viernes, 22 de febrero de 2008

La importancia del NFL Combine


Sé que suena difícil de creer y, tal vez, sea todavía más complicado entenderlo, pero hablo en serio cuando digo que a partir de este fin de semana los equipos de la NFL comienzan a cincelar su destino para la próxima temporada y, quizás para varias más, al asistir al NFL Combine, cuya traducción más sensata podría ser “escouteo combinado”.
Como su nombre lo indica, este proceso, que dura siete días y se realiza en el RCA Dome, casa de los Potros de Indianápolis, permite a los 32 equipos de la Liga evaluar el talento de la mayoría de los jugadores colegiales que estarán elegibles en el draft de abril próximo.
De hecho, si ustedes son suscriptores de uno de los dos sistemas principales de televisión de paga en nuestro país y, como buenos aficionados, sintonizan a menudo el canal de la Liga, NFL Network, seguramente a estas alturas ya están hartos de ver a un grupo de “célebres desconocidos” en shorts y jerseys, quienes realizan toda clase de drilles o ejercicios para medir sus habilidades atléticas.
Divididos por posiciones y con rutinas propias para sus puestos, vemos desfilar a linieros ofensivos y defensivos, receptores, corredores, pateadores de lugar y de despeje, alas cerradas, jugadores de perímetro, linebackers y, por supuesto, quarterbacks.
Los ejercicios van desde la tradicional carrera de 40 yardas, vital para medir la velocidad y explosión de los atletas, pasando por las repeticiones de bench press, que dan una idea de la fortaleza del jugador, hasta llegar a las habilidades propias de cada posición, como la facilidad para atrapar un pase o la fuerza y precisión con que se lanza el ovoide.
Pese a la valiosa información que arrojan todas estas pruebas, en mi apreciación personal –aunque se vale diferir en el punto de vista– esto no es lo más importante del NFL Combine, sino los resultados que arrojan las valoraciones psicológicas y los exámenes médicos.
Veámoslo desde esta perspectiva. Al día de hoy, los buscadores de talento de los equipos de la NFL ya han entregado a sus entrenadores y directivos centenares de videos –éstos sí están permitidos, no como los de Bill Belicheat– de los jugadores que consideran útiles para sus organizaciones. Eso significa que en este momento cada escuadra ya tiene una idea muy clara de la mecánica para lanzar el balón, así como la fuerza y precisión con que lo hace, por ejemplo, Matt Ryan, quarterback procedente del Colegio de Boston y uno de los principales prospectos en su posición.
Sin embargo, lo realmente valioso de tener a Ryan al alcance, como a cualquier otro de los más de 330 jugadores que acuden este año al NFL Combine, es examinarlo a detalle desde el punto de vista clínico, es decir, valorar antiguas lesiones, el grosor de sus huesos, músculos, resistencia y demás información, que resulta indispensable cuando se trata de invertir millones de dólares en un atleta que, además, representa el futuro deportivo y comercial de la franquicia.
Y tan importante como la evaluación médica son los rasgos de personalidad que puedan averiguar los entrenadores a través de las entrevistas. No se trata de si un jugador responde bien a las preguntas de cajón, para las cuales, incluso, los representantes los preparan a conciencia. Lo que en verdad cuenta es la sinceridad que puedan destilar a través de su mirada, sus gestos, reacciones y la firmeza de voz, entre otros detalles. O dicho en otras palabras, lo que un entrenador sea capaz de leer entrelíneas y la personalidad que pueda revelar mediante los patrones de conducta del entrevistado.
La próxima semana, ya con los resultados de las pruebas físicas, comentaré sobre quienes resulten ser los mejores atletas, aunque no necesariamente los principales prospectos, para el próximo draft.
Espero sus comentarios en www.mrfootballmex.blogspot.com y en los correos rsanchezl@ova.com.mx y ricksan13@yahoo.com. Hasta la próxima.

viernes, 15 de febrero de 2008

Belichick, de genio a tramposo



Hasta enero de este año, Bill Belichick era considerado uno de los grandes genios del futbol americano profesional y, sin lugar a dudas, un futuro miembro del Salón de la Fama de este deporte; hoy, 15 días después, el entrenador en jefe de los Patriotas de Nueva Inglaterra está en el centro de un oscura polémica que, incluso, podría trasladarse al Congreso estadounidense.
El famoso “Spygate”, derivado de que un miembro del staff de Belichick fue sorprendido mientras videogrababa las señales defensivas de los Jets de Nueva York, en la jornada inaugural de la recién concluida temporada, ha tomado un rumbo peligroso, luego de que el senador estadounidense, Arlen Specter, exigiera una explicación del porqué fue destruida la evidencia, es decir, las seis cintas y notas que los Patriotas le entregaron al comisionado de la NFL, Roger Goodell, bajo juramento de no quedarse con ninguna otra en su poder.
Goodell, quien desde que relevó a Paul Tagliabue en el cargo ha impuesto un régimen de mano dura, con sanciones ejemplares para los jugadores que se meten en líos con la ley, mostró su lado blandengue al sancionar el video-escándalo, ya que sólo multó con medio millón de dólares a Bill “Belicheat” (cheat en inglés significa tramposo) y con 250 mil a la franquicia, a la cual también le retiró su primera selección colegial de este año.
Por fortuna, una autoridad federal, en este caso el senador Specter, miembro del Comité Judicial del Senado norteamericano, cuestionó el pobre manejo de Goodell en esta situación.
El viernes 1 de febrero, este servidor estuvo presente en la conferencia del comisionado previo al Super Bowl XLII, en Phoenix, Arizona, donde aseguró que no creía que los Patriotas hubieran sacado ventaja de videograbar las señales de los entrenadores rivales, ni en la campaña que hasta entonces mantenían perfecta ni en ninguna otra de sus victorias en los pasados Súper Tazones.
Hoy me pregunto si Goodell sigue pensando lo mismo, luego de que le confesara al senador Specter que Belichick utilizaba esta dudosa costumbre desde 2000, cuando asumió como head coach en Nueva Inglaterra. Por más que “Belicheat” diga que desconocía que esa práctica fuera contra las reglas de la Liga, está claro que es emplear una triquiñuela para sacar ventaja, máxime en un deporte donde la estrategia es fundamental para el éxito de un equipo.
El senador Specter ha amenazado con llevar el tema al Congreso estadounidense, pues considera que los Patriotas sí se beneficiaron de las videograbaciones y, por ende, habrían caído en una práctica fraudulenta. No olvidemos que la inquietud de Specter parte del Súper Tazón XXXIX, donde un equipo de su estado (Pennsylvania), las Águilas de Filadelfia, fue vencido por Nueva Inglaterra.
Y en toda esta cloaca destapada a partir de la curiosidad de Specter, todavía falta conocer el testimonio de Matt Walsh, el hombre a quien se le acusa de haber videograbado la última práctica de los Carneros de San Luis previo al Super Bowl XXXIV. Según el entonces quarterback de los Rams, Kurt Warner, su escuadra practicó las jugadas a utilizar en el “Súper Domingo” en la “zona roja” (dentro de la yarda 20 del rival), justo el día que Walsh levantó las imágenes, algo que, en caso de confirmarse, deberá tener repercusiones incluso legales, ya que los Pats ganaron dicho encuentro por 20-17. ¿O qué, tampoco sabía “Belicheat” que grabar el entrenamiento de su oponente dos días antes del encuentro era ilegal?
Habrá que seguir muy de cerca todo este embrollo, pero la verdad es que yo al menos tengo claro que lo hecho por Belichick y los Patriotas es una trampa. ¿Cómo me pueden garantizar a la ligera que no se beneficiaron de robar señales? ¿O no recuerdan aquel partido de playoffs contra Miami, en el que los linebackers se paraban exactamente donde Dan Marino iba a lanzar los pases porque conocían hasta los audibles (jugadas que se cambian en la línea de golpeo) de los Delfines?
Comisionado Goodell y, sobre todo, senador Specter, por el bien y, sobre todo, por la credibilidad e integridad de la NFL, limpien la casa a fondo y revelen toda la verdad, incluso si este escándalo tiene que resolverse en Cortes federales y enviar a prisión a algún tramposo.
Espero sus comentarios en www.mrfootballmex.blogspot.com y en los correos rsanchezl@ova.com.mx y ricksan13@yahoo.com. Hasta la próxima.